La Guardia Civil de Burgos está investigando a un joven de 20 años como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia del alcohol y superar el límite de velocidad de la vía. El joven sextuplicaba la tasa mínima permitida para conductores nóveles, según han informado fuentes del Instituto Armado a Europa Press.
Los hechos ocurrieron días atrás, en la travesía de una localidad del eje de la carretera N-620, en las proximidades de la capital. Eran las 9 horas cuando el radar móvil de agentes de la Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Burgos capturó el exceso de velocidad de un coche.
El cinemómetro marcó en ese instante 92 kilómetros por hora, superando en 42 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en el tramo en el que se encontraba. Al tratarse de una travesía, la velocidad máxima era de 50.
El vehículo infractor fue entonces parado por una patrulla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Cuando los agentes se acercaron al conductor para identificarle y notificarle la infracción, percibieron síntomas evidentes de haber ingerido alcohol.
Al realizar la prueba de alcoholemia mediante el aire espirado, el etilómetro mostró resultados de 0,95 y 0,96 miligramos por litro: el joven superaba en más de seis veces la tasa máxima establecida para este grupo, que es de 0,15 mg/l.