El Servicio Andaluz de Salud (SAS) y su aseguradora han sido condenados a pagar una indemnización de 82.176,74 euros a la familia de un paciente que murió por un diagnóstico tardío de endocarditis. Así lo ha decidido el Juzgado de lo Contencioso istrativo número 2 de Cádiz, que ha estimado parcialmente el recurso interpuesto por la familia de este vecino de San Fernando. Así se desprende de la información publicada por el Diario de Cádiz.
El hombre, de 62 años, fue operado el 5 de mayo de 2021 en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz. La cirugía debía serle practicada para reemplazarle la válvula aórtica por una prótesis biológica. Aunque la operación fue satisfactoria, durante las semanas posteriores a esta, el hombre empezó a tener síntomas compatibles con una infección grave.
Tal y como ha informado el citado medio, pese a que el paciente acudió varias veces al hospital entre junio y agosto de 2021 con anemia, edemas, cefalea y, más adelante, con fiebre y soplo cardíaco, no se le practicaron las pruebas necesarias para su cuadro, como ecocardiogramas o hemocultivos.
Indemnización
La sentencia ha concluido que la detección previa de la patología hubiera supuesto un porcentaje de supervivencia que “el paciente tristemente no tuvo”
El 25 de agosto de 2021, el paciente acudió a Urgencias por astenia y decaimiento desde hacía un mes y entonces ya se observó en la analítica “una anemia importante”. Sin embargo, no fue hasta el 15 de septiembre cuando se diagnosticó una endocarditis infecciosa por enterococo faecalis, que ya había afectado a dos válvulas cardíacas, había causado un infarto esplénico y presentaba signos de embolia séptica.
Tras la muerte del hombre, sus familiares presentaron una demanda. Sostuvieron que el 25 de agosto ya podría haber sido diagnosticada la endocardititis infecciosa, ya que se trataba de una complicación posible en pacientes operados con prótesis vasculares. Además, apuntaron que deberían haberse realizado pruebas como hemocultivos y ecocardiogramas. El diagnóstico realizado el día 15 de septiembre, según argumentó el abogado de la familia, José Luis Ortiz, fue “tardío y supuso un pérdida de oportunidad”.
Imagen de recurso: sanitarios en una sala de cirugía
El caso se ha centrado en determinar si, por los síntomas que presentaba el paciente el 25 de agosto, podría haberse diagnosticado antes la endocardititis. Respecto a esto, el juez ha relatado lo siguiente: “Toda las pruebas practicadas empujan sin duda al retraso del diagnóstico”.
“Todos estos síntomas junto a la realidad de que el paciente se había sometido recientemente una intervención quirúrgica con prótesis vascuales debieran haber conducido a la práctica de pruebas diagnósticas, como hemocultivos y ecocardiogramas, para detectar la endocardititis de manera más precoz que cuando se hizo el día 15 de septiembre”, expone la resolución a la que ha tenido el citado medio.
Lee también
El doctor Antonio Baño Rodrigo, perito de parte del Servicio de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, afirmó en su informe que la demora en el tratamiento del paciente influyó en su muerte, ya que la endocarditis tiene una tasa de supervivencia entre el 50 y el 70% con un abordaje temprano.
Por su parte, el doctor Rafael Vázquez García, jefe de Cardiología del Puerta del Mar, alegó que la demora fue breve, de 15 días, y que, por tanto, no afectó a la tasa de supervivencia del paciente. El Juez ha concluido que “el tiempo transcurrido fue leve”, sin embargo, ha expuesto que “una detección previa” hubiese determinado un porcentaje de supervivencia que “el paciente tristemente no tuvo”.