La electrificación de la bicicleta ha ampliado el uso de este vehículo a s que no siempre están acostumbrados a cambiar de marcha sobre dos ruedas. Ante esta realidad y en vistas al éxito de los cambios de marchas automáticos en los vehículos de cuatro ruedas, Marc Barceló vio la oportunidad de crear un motor para bicicletas eléctricas con un cambio de marchas automático.
“Comencé solo en el garaje de casa. Volvía a comenzar de cero tras salir de mi otra startup, Volta Motorbikes”, explica el emprendedor. Barceló, un ingeniero mecánico que reconoce ser un aficionado a “todo lo que tiene ruedas”, fundó su segunda startup, Niche Mobility, en el año 2021. “Niche es porque nos dirigimos a un mercado de nicho. No podemos ni queremos competir con los grandes fabricantes. Además, el de la bicicleta eléctrica es un sector maduro, pero que lleva creciendo a dos dígitos más de diez años. Nosotros hemos apostado por innovar con una patente propia”, indica el fundador.
Barceló parece haber acertado el nicho. “Aún no tenemos el prototipo y ya estamos recibiendo muchas peticiones por parte de fabricantes de bicicletas”, afirma. La startup se encuentra en fase de desarrollo y, a finales de junio, acudirá a presentar su innovación a la feria Eurobike de Frankfurt, la más grande del sector en la Unión Europea. “Vamos en busca de los primeros clientes”, añade el emprendedor.

En la imagen de arriba, Marc Barceló sujeta el motor con cambio automático de Niche Mobility
Niche Mobility, que tiene su sede en el Parc Tecnològic de Girona, ha llegado a un acuerdo de fabricación con Copreci, una empresa perteneciente al grupo Mondragón y que también ha entrado como inversora en la startup. La previsión es empezar a fabricar en el primer trimestre del 2026 en las instalaciones de Copreci en el País Vasco.
Para llegar hasta aquí, la startup captó 500.000 euros en financiación a través de la plataforma de micromecenazgo Crowdcube, que también hizo una aportación económica al proyecto. “Invirtieron más de 200 personas, la mayoría del Alt Empordà, que es de donde soy. Muchos son aficionados al ciclismo y para buena parte era su primera inversión.”, explica el director ejecutivo. Algunos de estos pequeños inversores han repetido en una segunda ronda de inversión de 1,6 millones de euros y en la que, además de Copreci, también ha participado un grupo de inversores de Figueres liderados desde el Centro Empresarial y Vivero del Alt Empordà, una iniciativa público-privada del Ayuntamiento de Figueres con el emprendedor e inversor figuerense Dídac Lee.
La empresa emergente emplea a nueve personas y Barceló prevé acabar el año con 15 trabajadores y doblar plantilla cuando empiece la comercialización.