En la sierra de la Alpujarra de Almería, Víctor Compán ha logrado cumplir un sueño que compartía con su familia: vivir en plena naturaleza. Tras pasar varios años en la ciudad, decidió regresar a Almócita, un pequeño municipio con poco más de 200 habitantes, para poner en marcha una granja autosostenible de gallinas camperas. Su idea de base consistía en alimentar a las aves con los restos de vegetales que los agricultores habían quemado tradicionalmente tras la cosecha.
Actualmente, sus 2.500 gallinas producen en torno a 2.200 huevos al día. Además, los olivos que se hallan en el terreno generan una media anual de 1.500 litros de aceite ecológico, gracias al propio ciclo de fertilización natural del ecosistema. Con la instalación de es solares, pudo cubrir el abastecimiento energético.
Como afirma Víctor Compán, el respaldo de FEADER ha sido vital para hacer realidad su proyecto de gallinas camperas en la sierra de la Alpujarra de Almería, permitiéndole “mejorar el equipamiento, aumentar la rentabilidad y cuidar del bienestar animal”
Este proyecto ha podido hacerse realidad gracias a la contribución del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER). Como el propio Compán se encarga de explicar, sin su respaldo “no creo que hubiera sido posible. Gracias a él, hemos podido mejorar el equipamiento, aumentar la rentabilidad y, sobre todo, cuidar del bienestar animal”. El siguiente objetivo es abrir la granja para las visitas, diversificar la producción y generar empleo local, para seguir ofreciendo nuevas oportunidades en el ámbito rural.
La granja de la familia Compán es un buen ejemplo de cómo los tiempos actuales, marcados por cambios incesantes derivados de la evolución de las actuales tecnologías, suponen una nueva fuente de oportunidades para el desarrollo del talento y las nuevas iniciativas. Pero para que las buenas ideas lleguen a materializarse en propuestas sólidas que generen un impacto positivo real hace falta contar con apoyo como el que ofrece la Unión Europea. Programas como LIFE, el Fondo Social Europeo (FSE) o el mencionado FEADER sirven para impulsar propuestas ligadas a la innovación, la sostenibilidad o la economía circular, aportando financiación, asistencia técnica, formación, a redes especializadas y proyección internacional.
Promover el talento para construir un futuro mejor
El ejemplo de la granja de la familia de Compán no es un caso excepcional, sino que forma parte de una serie de interesantes proyectos que están transformando sectores, territorios y también las propias vidas de las personas. Así lo comprobamos en Moda re-, un actor fundamental en el sector del reciclaje y de la reutilización textil en España, que en la actualidad gestiona cerca de la mitad de las 100.000 toneladas de ropa usada que se recogen cada año en nuestro país.
Gracias al respaldo del Fondo Social Europeo, Moda re- ha podido consolidar su estructura, implementar herramientas digitales y ampliar su alcance a través de una red de más de 9.000 contenedores de recogida de ropa y 175 tiendas en España.
“La financiación llegó en un momento clave. Nos permitió profesionalizarnos, sumar socios y desarrollar una plataforma que ha revolucionado nuestra trazabilidad e impacto”, comenta Mari Luz Ferro, coordinadora general de Koopera, una de las entidades que forman parte de Moda re-. El proyecto va más allá del reciclaje; también consigue transformar vidas. Desde sus comienzos, uno de sus pilares ha sido ofrecer empleo a personas en situación vulnerable. En la actualidad, Moda re- integra a más de 50 empresas de inserción social, y da trabajo a unas 1.600 personas (la mitad, aproximadamente, en riesgo de exclusión).

Mariluz Ferro, coordinadora general de Koopera con Moda re- en la planta de Munguía, Vizcaya.
La misma voluntad de transformación ha guiado los pasos del proyecto liderado por el Instituto de Tecnología de Castellón (ITC), que ha conseguido fabricar un azulejo ecológico sin aumentar los costes de producción, incorporando cáscaras de huevo procedentes de la industria ovoproductora. El impulso recibido del programa europeo LIFE, que financió el 55% del proyecto, fue decisivo para desarrollar la maquinaria necesaria que hizo viable esta solución.
En palabras de Paqui Quereda, coordinadora del proyecto LIFE, “teníamos una idea con un alto potencial, pero también con un riesgo importante. Sin esta financiación, difícilmente se habría materializado”. Gracias a ello han podido contribuir a hacer más sostenible un sector como el de la cerámica, importante para la economía de nuestro país (y especialmente para la Comunidad Valenciana).
El programa LIFE es uno de los principales instrumentos europeos para impulsar acciones relacionadas con el medio ambiente, el clima y la economía circular. Puede cofinanciar hasta el 60 % de los costes del proyecto y ha sido fundamental para convertir ideas arriesgadas pero prometedoras en soluciones tangibles. Desde 1992 se han aprobado 1.052 proyectos LIFE en España y más de 6.000 en toda la UE y los países vecinos.
A través de programas como LIFE, el Fondo Social Europeo (FSE) o el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), iniciativas innovadoras y sostenibles encuentran financiación, asistencia técnica, formación y proyección internacional
En zonas rurales, el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) impulsa iniciativas que fomentan la sostenibilidad y el arraigo territorial. Para el periodo 2021-2027, este fondo contará con cerca de 95.500 millones de euros, a los que se suman 8.100 millones adicionales procedentes del instrumento NextGenerationEU concebido para hacer frente a los efectos derivados de la pandemia.
El Fondo Social Europeo, por su parte, tiene como eje principal la promoción de la inclusión social y el empleo. Gracias a él, miles de personas en España han accedido ya a formación, orientación y nuevas oportunidades laborales.
En la página web de la Representación de la Comisión Europea en España es posible consultar más información para poner en marcha iniciativas como las mencionadas, que ayuden a contribuir positivamente a nuestro planeta, proporcionando nuevos productos y servicios en uno de los mercados más grandes del mundo, con un potencial de 450 millones de consumidores solo en la Unión Europea.