El diálogo entre las nucleares y el Gobierno para el alargamiento de la actividad de las siete centrales españolas oficialmente no ha empezado pero sin duda las comunicaciones se han intensificado en las últimas semanas. El presidente de la patronal Foro Nuclear, Ignacio Araluce, ha reconocido hoy en un encuentro con periodistas que hay conversaciones -como adelantó La Vanguardia - aunque pidió tener cautela y esperar a ver en qué desemboca. “Hay visos de que el diálogo pueda salir adelante”, ha afirmado. En su opinión, uno de los temas clave será cómo se resuelve la fiscalidad en este sector.
Araluce ha asegurado que actualmente las energéticas y el Gobierno están en una fase de tanteo “para ver quién da un primer paso en firme”. “Cuando negocias nadie pone las cartas sobre la mesa”, ha apuntado. En este sentido, el directivo ha señalado que una de las primeras cosas que debería hacer el Ejecutivo es derogar la orden de cierre de las nucleares presentada por el Ministerio de la Transición Ecológica.
Araluce asegura que las centrales nucleares en Catalunya no pueden cerrar por la alta dependencia del sector
La primera central nuclear que debería cerrar según el calendario aprobado por el Gobierno con las propias compañías energéticas es Almaraz en el año 2027. Para ello, el proceso debería iniciarse en los próximos meses. Araluce ha valorado que, si se produce una extensión de la actividad, ésta debería aplicarse a todas las centrales “Sería muy difícil de explicar que se cierren unas y no otras por el propio impacto económico en el territorio”, ha indicado.
Araluce ha explicado que las negociaciones son complejas incluso entre las propias eléctricas. “La petición de extensión de las nucleares se debe tomar por unanimidad y eso implica pactar hasta el último de los detalles”, ha asegurado. Si bien hay flecos en algunos aspectos, donde hay gran unanimidad es en la necesidad de reducir la presión fiscal a estas empresas. De hecho, el mismo ha afirmado que “probablemente” el alargamiento de la vida de los reactores esté vinculada a una reducción de los gravámenes.
Foro Nuclear calcula que las centrales nucleares pagan actualmente unos 600 millones de euros anuales sólo en concepto de tasa a Enresa, para el tratamiento de residuos nucleares. Araluce ha denunciado que actualmente el coste de una central está en torno a los 40 euros el MWh, y a esa cantidad hay que sumarle otros 28 euros entre impuestos estatales y autonómicos y locales. En este sentido, el directivo ha apuntado al gesto de la Comunidad Valenciana de eliminar un impuesto autonómico que afectaba a las nucleares.
La previsión en Catalunya es cerrar Ascó I en 2030, Ascó II en 2032 y, finalmente, Vandellòs en 2035. Araluce fue muy rotundo sobre la situación energética en la comunidad autónoma. “No pueden cerrar”, ha sentenciado. El director de Foro Nuclear ha recordado la dependencia nuclear del territorio y ha apuntado que, si se cierran, se volvería “a la Edad de Piedra”. En cifras, la demanda eléctrica en Catalunya es de 44.000 GWh, frente a una producción de 37.500 GWh, alrededor de 6.000 menos. Del total de producción, el 60% procede de las nucleares.
Sobre el apagón del pasado lunes 28 de abril, el presidente de Foro Nuclear ha asegurado que, aunque es difícil saber si con más nucleares en marcha se hubiera evitado, sí ha afirmado que hubiera ayudado a prevenirlo. En este sentido, también ha desmentido la afirmación de que las centrales nucleares dificultaron la reactivación del sistema eléctrico ya que estuvieron funcionando con generadores hasta que prácticamente estuvo reestablecido el suministro.