El grupo Sorigué cerró el año pasado con una facturación de 784 millones de euros, un 7,2% menos, por la venta de su filial de valorización de residuos CLD a la sa Paprec. La operación también tuvo un impacto en la rentabilidad de la compañía, que pasó de generar un resultado operativo bruto (ebitda) de 39,8 millones a 33,1 millones de euros.
Pese a la caída del volumen de negocio, la constructora leridana mantiene su estrategia de crecimiento. El año pasado, su cartera de negocio –los proyectos a vista– aumentaron un 13,73%, hasta los 986 millones. Además, se realizaron dos operaciones corporativas para ampliar líneas de negocio y presencia geográfica. Sorigué compró la división de ingeniería aplicada del grupo Navec para automatizar el uso de fibra de carbono en infraestructuras, conducciones y equipos a presión en el sector industrial y del agua. Unos meses antes, se hizo con el 50% de la empresa Bitum para reforzar los servicios de asfaltado y reparación de carreteras en Andalucía.
La compañía leridana realizó dos compras en 2024, una división del grupo Navec y el 50% de Bitum
Durante el año pasado, el grupo consolidó sus proyectos de innovación en sostenibilidad participando en varias iniciativas de alcance europeo. Entre ellos destacan, VAL2H2, investigación para la producción de hidrógeno renovable a partir de restos de poda procedentes de su propio servicio de mantenimiento de parques y jardines, y Reconstruct, en asociación con el Instituto de Tecnología de la Construcción, ITeC, que aprovecha residuos de la construcción para producir nuevos materiales bajos en emisiones de carbono. Otra investigación ambiental de alto impacto es el proyecto Bitsdrain, que busca mejorar los sistemas urbanos de drenaje para reducir el caudal de agua lluvia que discurre por las superficies.
La compañía también tiene en marcha el proyecto Noguera Renovables, en el que la compañía participa junto con Axpo Iberia y la granja Torre Santamaría, en el que, a partir del tratamiento de fangos de aguas residuales, se produce biogás para el autoabastecimiento de estaciones depuradoras, así como a la generación de biometano a partir de residuos orgánicos.
En materia eléctrica, Sorigué contribuyó a aumentar la capacidad de autogeneración eléctrica de poblaciones y equipamientos con la puesta en marcha de parques fotovoltaicos como los que abastecen a los municipios de Ulldecona, Tarragona, y Sant Pere Sallavinera, Barcelona. Así mismo, la instalación fotovoltaica del estadio La Cartuja de Sevilla, instalada por Sorigué, logró una producción anual de hasta 521.588 kWh a través de sus 768 placas fotovoltaicas.