Fue en abril de 2014 cuando comenzó el idilio de Lamine Yamal con el Barcelona. Isidre Gil, ojeador con 25 años de experiencia, alertó a los entonces responsables del fútbol base, Jordi Roura y Aureli Altimira, de que había un talento precoz en el CF La Torreta llamado Lamine Yamal. A este club lo inscribió su madre, Sheila Ebana, tras divorciarse de su padre, Mounir Nasraoui, en 2009 y mudarse del barrio de Rocafonda, en Mataró, a Granollers. Aunque su padre era seguidor del Real Madrid y que también tenía una oferta del Espanyol, aceptaron enseguida la propuesta azulgrana. Ahora este idilio con un Lamine, que alcanzará la mayoría de edad el próximo 13 de julio, se extenderá hasta 2031. Se quedará en el Barça, al menos, hasta que cumpla 24 años en la que es la renovación más importante del mandato del presidente Laporta, tal y como confirmaron los pulgares arriba de Rafael Yuste, vicepresidente deportivo del club, y los del asesor Enric Masip cuando salieron de las oficinas del Camp Nou.

Lamine Yamal renueva con el Barcelona hasta el 2031, cuando cumplirá 24 años
El pacto, perfilado en los últimos meses, se cerró el lunes en una cena entre Jorge Mendes —representante del extremo—, el presidente Joan Laporta y el director deportivo Deco en el Hotel Torre Melina. En un principio, se hablaba de una renovación hasta 2030, pero en estas últimas negociaciones se decidió ampliar un año más el vínculo con el Barça.
Cabe recordar que el extremo firmó hace un año hasta 2026, el máximo permitido por ley para menores de edad, y con una cláusula de 1.000 millones de euros que se mantiene. Deco aprovechó entonces para cerrar un preacuerdo que extendiera ese vínculo al menos hasta 2030, con posibilidad de añadir más años una vez que el jugador cumpla los 18, algo que ocurrirá el próximo 13 de julio. Esta declaración de intenciones se plasmó en una carta firmada por sus padres, Mounir y Sheila Ebana, que debía adaptarse al creciente peso de un jugador cuyo valor de mercado es de 180 millones de euros, según el portal experto Transfermarkt. Y Lamine Yamal debía firmarla para que tuviera validez. Nunca hubo dudas de que lo haría.
Tendrá un bonus generoso si gana el Balón de Oro
El futbolista será uno de los mejores pagados de la plantilla, como ya explicó el presidente Joan Laporta a La Vanguardia. Además, contará con varios bonus que aumentarán su salario en función de logros colectivos e individuales con los que podría alcanzar los 20 millones de euros netos por temporada. Entre estos bonus también figura un Balón de Oro al que aspira este mismo año. También abandonará el dorsal 19 para defender el número 10, ya que, en paralelo, Jorge Mendes está ultimando la cesión de Ansu Fati al Mónaco.
El Barça tenía claro desde hace meses que debía actualizar esta misma temporada la ficha de Lamine Yamal, actualmente de 2 millones netos. Sin embargo, los problemas con el fair play financiero impidieron hacerlo antes, ya que LaLiga no aprobó inicialmente el plan de los palcos VIP.
No obstante, ha habido un cambio en el escenario: el organismo presidido por Javier Tebas anunció a finales de abril nuevas modificaciones en la Normativa de Elaboración de Presupuestos (NEP). En concreto, el artículo 103 permite la inscripción de renovaciones al alza de canteranos, incluso cuando el club haya superado su límite salarial.
Esta excepción está sujeta a varios requisitos: el jugador debe ser menor de 24 años, llevar al menos tres temporadas consecutivas en el club, haber experimentado un incremento de valor, y existir una necesidad deportiva y económica de renovar, como es el caso de Lamine Yamal. Aun así, el exceso sobre el límite deberá ser compensado antes de que finalice la temporada.
Llegó con 7 años a la Masia
Lamine Yamal ingresó con siete años en la Masia, donde residió hasta esta temporada, cuando pidió irse a vivir a un piso cerca de su hábitat: la ciudad deportiva. Le gusta cocinar, la peluquería, tiene una gran conexión con otros canteranos como Alejandro Balde y con veteranos que le aconsejan como Raphinha. Su crecimiento ha sido meteórico desde que debutó con el primer equipo bajo las órdenes de Xavi Hernández, el 29 de abril de 2023 ante el Betis, con apenas 15 años.

Lamine Yamal en el 2014 cuando tenía 11 años
Esta temporada, con Flick en el banquillo, ha cerrado el año con 18 goles, 25 asistencias y 115 partidos disputados —una cifra que Messi alcanzó con 22 años—. Su impacto internacional y su pases de gol con el exterior de su bota izquierda, un arte que domina, han provocado palabras de iración hasta de ídolos madridistas como Zinedine Zidane, quien afirmó que “nunca había visto algo igual en mi vida.”
Sus origenes
Un ejemplo social llevando al barrio de Rocafonda por el mundo
Lamine Yamal también se ha convertido en un icono social por la historia de superación de su familia. En el primer piso familiar donde creció, en la plaza Joan XXIII de Rocafonda, llegaron a vivir hasta diez personas. Fue su abuela, Fátima, con quien mantiene una conexión muy profunda, quien inició el viaje desde Marruecos. Con 40 años, tomó un ferry desde Tánger, entró en España con pasaporte, se pagó un autobús hasta Catalunya y empezó a trabajar en un camping de Llavaneres.

Lamine Yamal con su abuela y su padre.
Después trabajó en una residencia de mayores en Vilassar de Mar, y se estableció en Rocafonda, desde donde fue trayendo, año tras año, a sus cinco hijos. Abdul fue el primero, seguido de Mounir, el padre de Lamine. Fátima ya no vive en el piso de la plaza Joan XXIII, pero sigue en el barrio, en una vivienda que le compró su nieto. Y su tío Abdul, que cerró la panadería que tenía en Rocafonda, abrió en octubre también en el barrio el Bar Cafetería LY 304, ya que echaba de menos el oficio. Lo inauguró para el clásico en el Bernabéu, en el que Lamine marcó su primer gol al Real Madrid. En verano suelen pasar unos días en su ciudad natal, Larache, una ciudad portuaria del noroeste de Marruecos bañada por el Atlántico.

El pequeño Hamsa, de 10 años y su tío Abdul detrás de la barra, vibran con la actuación de su primo Lamine Yamal en el Bar Cafetería LY 304 de Rocafonda
Rocafonda siempre va con Lamine Yamal, quien celebra sus orígenes y a su familia dibujando con los dedos el 304, los tres últimos dígitos del código postal del barrio. También piensa en su madre, Sheila, de perfil discreto y protector. Nacida en Guinea Ecuatorial, vive en el Maresme con su actual pareja, con quien ha tenido a Keyne, el hermano pequeño de Lamine, un asiduo del césped de Montjuïc, que siempre termina en brazos de su hermano mayor.
Sheila ha sido una persona clave no solo en la formación de Lamine, sino también en su decisión de representar a la selección española, con la que el extremo ya ha ganado una Eurocopa. Antes, su madre se reunió con entrenadores y formadores para asegurarse de que existía un plan de desarrollo para su hijo, que pronto quedó obsoleto. Lamine, un chico con prisas que aborrece ir al dentista porque no va tan rápido como él quisiera y no puede controlarlo, avanza a pasos de gigante. Quería resolver su futuro con el Barça antes de marcharse con la selección para disputar la fase final de la Nations League.
A la firma de ayer acudieron ambos progenitores- su padre terminó bailando al lado del escudo-. También Jorge Mendes. A la vuelta de sus compromisos con la selección, en el mes de julio, habrá un acto a la altura de la renovación más deseada. Por cierto. Antes de ir a firmar, Lamine jugó una partida de bolos. Se marchó de las oficinas con sus bermudas tejanas y entonando un “Visca el Barça”.